En 1971 surgió la figura de la fallera mayor de Torrent y en 2020 celebramos 50 años de representación de la fiesta torrentina. Repasamos los orígenes del cargo
En la noche del 19 de marzo solo quedan las cenizas y el recuerdo de un ejercicio fallero que se va olvidando con los años, las únicas guardianas de la memoria son la hemeroteca y las falleras mayores. Una banda y una joya van pasante de generación en generación, junto con las ilusiones y vivencias que conforman la historia viva de nuestra fiesta. El 2020 la capital de l’Horta Sur celebra el 50.º cumpleaños de la creación del cargo de fallera mayor de Torrent: nuestro patrimonio inmaterial más preciado, puesto que sus voces son el testigo de una época, historia viva de la fiesta y la ciudad.
El 1968 se produce la refundación de las fallas de Torrent, una segunda época donde la falla de la Plaza y Àngel del Alcasser vuelven a plantar falla con sus máximas representantes: Elvira Iborra i Rosa M. Ros (mayor e infantil de la plaza) y Mari Ángeles Roig y M. Carmen Lizondo (mayor e infantil de Àngel del Alcasser), las que fueron, de facto, la cara visible de esta incipiente fiesta después de la represión y prohibición de la fiesta por el suceso de la tumbó de las fallas de 1957.
El 1969 se reengancharon a la actividad fallera la comisión de la Avenida, Ramón y Cajal, Pueblo Nuevo, Santo Roc, Sants Patrones, Antoni Pardo, Toledo y Sedaví y la nueva Sant Pere Alcàntera (que dos años después desapareció). En ese año se creó de nuevo la Junta Local Fallera y se que por aquel momento como apunta Beguer “El árbol había rebrotado”[1]. Este fue el primer año del incipiente ente que irá creciente y mejorando conforme evoluciono la fiesta. Desde el punto de vista representativo cada falla tenía su fallera mayor y fallera mayor infantil, de forma que al ser una fiesta tan incipiente no hacía falta una figura superior que aglutinara la representación de toda la ciudad y así seguirá hasta 1970. En este ejercicio aumenta el censo[2] y se confirma la gran eclosión fallera, que había pasado de plantar 2 fallas en 1968 a plantar doce en 1970.”[3]
No va ser fins el 1971 quan la Junta Local decidix formalment crear el càrrec de fallera major de la ciutat, que serà triat per la Junta i l’ajuntament entre les joves de la ciutat, tal i com ho arreplega el primer El Granerer:
Aunque las fallas se inician en esta segunda etapa en el año 1968, no surge una Fallera Mayor de todas las fallas hasta el año 1971, siendo la primera en ostentar esta preciada distinción la señorita María del Carmen Fernández Cubes, en acto que se celebró el 12 de marzo de 1971 en el cine Montecarlo, actuando de mantenedor don Tomás Martínez Soto.[4]
“L’any 1971 fou important. Se palpava en l’ambient ja funcionant prou bé la Junta Local Fallera i tenint totes les falles esperit de col·laboració, es va proclamar Fallera Major de Torrent. I el12 de març de 1970, fent de mantenidor el meu volgut amic Tomàs Martínez Sotos, se va proclamar Fallera Major de Torrent a Mari Carme Fernàndez Cubes, en el cine Montecarlo. Se va crear I’emblema «Torre» en 1971, en las categories d’or, plata y coure, per a premiar les actuacions dels hòmens que, per qualsevol circumstància, se distinguixquen pel seu amor a les falles i haver treballat per elles. President de la Junta Local Fallera, Pasqual Chuan Benlloch.” [5]
El viernes día 12 de marzo, a las once de la noche, y en la sala del cinema Montecarlo de esta ciudad, tuvo lugar el solemne acto de proclamación de la Fallera Mayor, señorita María del Carmen Fernández Cubes. Abrió el acto la actuación destacada del Orfeón Polifónico Torrent del Círculo Católico, premiando el público su maravillosa actuación con prolongados aplausos.
Luego se efectuó la presentación de las doce señoritas que componen la Corte de Honor, que fueron investidas por el concejal delegado de Fiestas, don José Roig Alegre. La Fallera Mayor subió acompañada de los componentes de la Junta Local Fallera y del brazo del de la ciudad, don Vicente Beguer Esteve que, tras haberle impuesto la banda de su reinado y la Torre de Plata de la ciudad, la acompañó a su estrado presidencial, en medio de los acordes del pasodoble fallero y las atronadoras ovaciones del público, puesto en pie.
Seguidamente tuvo lugar un emotivo acto con motivo de concederle la Torre de Oro a don Pascual Romero Carratalá, hombre trabajador incansable en pro de las fallas y de las actividades torrentinas. El que hizo famoso su seudónimo de «Pep el Tranquil» en «Les ripiaes» que publicó, incansable, en el semanario «Torre». El señor Beguer Esteve, al dedicarle este sentido homenaje, tuvo frases de elogio para su persona, que el propio señor Romero contestó visiblemente emocionado, con un verso de su mejor estilo, dedicado a la Reina de Fiesta.
Seguidamente, el discurso mantenedor puso el relieve al acto y, con su fácil oratoria, deleitó al auditorio con su elocuente discurso, en el que glosó la belleza las virtudes de la mujer valenciana y la más pura esencia de las fiestas falleras. El Himno a Valencia fue interpretado al final por la Banda de Música del Patronato de la juventud obrera, y actuó de locutor, el presidente de la falla de la Avenida de los Mártires, señor Boix Miquel. Una velada auténtica de promoción fallera, en que el público que llenó la sala del Montecarlo salió complacido por su belleza colorido y entusiasmo.[6]
Pepe Roig saluda a la fallera major el dia de la seua proclamació mentre l’alcalde de Torrent, Vicent Beguer sosté la primera banda de fallera major de Torrent a l’any 1971: M. Carmen Fernández Cubes.
Los medios de comunicación lo tenían claro al afirmar que se trataba de un gran acto de promoción y publicidad fallera en pleno fervor de esta fiesta en la ciudad: el conocido boom fallero de finales del 60 y principios de los 70. M. Carmen Fernàndez fue la total protagonista vestía una seda en tonos perla, bordada en oro con delantales cortos con hilos también dorados y una cinta a juego en la cintura de gran anchura, hay que destacar que no llevaba cinta al escote (a la manera tradicional de vestir de valenciana). En ese acto se le hizo entrega del pergamino acreditativo y de una gran banda de fallera mayor con la bandera nacional, y a la parte alta una franja con la señera dónde, sobre el moratón, se había bordado un gran escudo de la ciudad. Grita poderosamente la atención los casi 20 centímetros de anchura de la banda que tapaban prácticamente todo el cuerpo de la joven. Otro dato curioso es que la protagonista recibió la insignia de plata de la ciudad, puesto que el emblema de la torre de fallera mayor no se inventaría hasta muchos años después. M. Carmen Fernàndez Cubes era fallera de la Avenida, pero no había sido fallera mayor el año anterior de su comisión, puesto que directamente la Junta Local y ayuntamiento elegían a una joven para representar en la ciudad. Una práctica que continuará muy pasados la mitad de los 70.
Las fallas de 1971 fueron muy fructíferas y asentaron su importancia en la capital de l’Horta Sur, quitándose complejos en verso el jefe y casal, tal como recogía el semanario Torre
“Se terminaron ya aquellos argumentos y opiniones que minificaban estas fiestas de tanto raigambre popular, aduciendo algunos que, como estábamos tan cerca de la capital y en Valencia había tantas y tan buenas fallas, no valía la pena de que Torrente, estando tan cerca, gastara su pólvora en las fallas. (…) Así podemos hoy afirmar que este año se han perfilado ya muchas cosas en bien de la fiesta, y lo principal está en que entre las doce fallas movilizan a toda la ciudad, estando distribuidas de forma que no queda ningún rincón, ninguna calle que no tenga asignada su falla. Más de mil quinientas señoritas falleras, ataviadas con el típico traje regional, desfilaron estos días según sus distintos actos que en particular y en conjunto se han realizado, y fueron más de setecientos los hombres y jóvenes que acompañaron en este maravilloso elenco femenino, con músicas, pólvora y alegría en las calles de Torrente.”[7]
Cómo vemos 1.500 jóvenes y más de 700 hombres formaron parte de la fiesta el 1971, el que suponía una participación de 2.200 falleros, un porcentaje mayor de falleros que a la actualidad, donde el censo fallero es de borde 6.000 comisionados repartidos en 29 comisiones en una ciudad de 82.200 habitantes [8].
Josep Vicent Andreu comentaba en la misma línea el esfuerzo de las comisiones que habían invertido más de millón y medio de pesetas en los festejos:
Avui en Torrent el pressupost aproximat de les falles es de 1.530.000 pessetes, i ademés és enguany quan per primera vegada les testes han estat presidides per Maria Carmen Fernández Cubes, Fallera Major nomenada per la Junta Local Fallera. Crec sincerament que les comissions falleres han aconseguit que’l poble no surta tant de la ciutat per anar a Valéncia a vore les festes, i encara me atrevixc a dir que dins d’uns anys tindrem ben poc que envejar a les festes de la capital.[9]
La parte más crítica de las fallas de 1971 fue el elevado coste de los paraderos y la entrada al mismo, tal como criticaba J.A.P. también al semanario Torre:
Lo que me dispongo a criticar a capa y espada es la vergonzosa organización en cuanto a la entrada de los paradores falleros se refiere. Este año se ha hecho lo que les ha venido en gana. Se han subido los precios a cantidades verdaderamente bochornosas en una misma noche. No se han aforado los paradores, dando así una entrada ilimitada. No se ha pensado en el joven económicamente débil, con todo su santo derecho a la diversión.
Es más, se han aprovechado de la situación monetaria del individuo. Hay que dar una relativa facilidad a toda persona que por estas fiestasquiera divertirse.[10]
MT 1972: Purín Mora Alandi el dia de l’ofrena.
Con el buen regusto de las fallas de 1971 llegamos a julio del mismo año, momento de elegir a la reina de las fiestas patronales, cargo que recae en Purín Mora Alandi. El 23 de julio se celebró en la sala Dandy el acto de coronación por parte del alcalde Beguer. Ocho meses después Purín sería proclamada fallera mayor de Torrent, tal como se anunciaba en la portada del semanario Tuestan en enero de 1972:
Desde el pasado año en que se estableció ya corno norma, siempre que las circunstancias concurran favorablemente, queremos que se haga tradicional ésta de que la Reina de las Fiestas Patronales, que celebra nuestra ciudad cada año a finales del mes de julio, pase a ser la fallera mayor de todas las fallas de Torrente. Así, este año será la que ostente esta distinción la señorita Purín dora Alandí fue reina excelente de nuestras Fiestas Patronales y ahora volverá a presidir con su belleza y simpatía nuestras próximas jornadas falleras. Estará también rodeada de la misma Corte de Honor que en las pasadas fiestas, y son todas y cada una de las falleras mayores de las once fallas que se plantarán en Torrente este año.[11]
Los orígenes falleros de Purín Mora estaban a la falla de La Plaza. Para su proclamación estrenó una seda roja bordada en hilos de oro, con un cuerpo de manga de farol y cintas verdes en la cintura y al escote. El 10 de marzo, tuvo lugar su proclamación en el cine Montecarlo, repleto de público. El momento más esperado fue cuando subir por la pasarela, acompañada por el alcalde. El presidente de la Junta Central Fallera, Francisco Alarcó Alarcó,actuó de mantenedor, resaltando la belleza de nuestra fiesta. Hubo entrega de ramos a las falleras y condecoraciones y diplomas de Torres de oro y plata para la Fallera Mayor y para jerarquías y una sorpresa: la presencia en el local del famoso locutor de Televisión Española José Luis Uribarri, al cual se le impuso la torre de plata y la presencia de la cual fue acogida con simpatía por el público. A su proclamación acudió la fallera mayor del año anterior, que se quitó la banda y se la colocó a Purín. M. Carmen Fernàndez lucía un pañuelo anudado al dedo, al estilo de la época.
Las fallas transcurrieron en normalidad: En la noche del día 14 la Cabalgata del Muñeco fue un exponente de la ya madura organización de Junta Local. En la tarde del día 17 se celebró la Ofrenda de Flores en la Virgen, con más de 1.500 participantes, entre señoritas y niñas, que, ataviadas con el traje regional, recorrieron las calles de la ciudad. La falla Avenida ganaba el 1.º premio de la categoría A y Cochera, el de la categoría B.[12]
Las fiestas patronales de 1973 tuvieron como reina a Amparo Zafón Peris, pero en marzo siguiente no fue fallera mayor, sino M. Aurora Martínez Simó, que no era fallera censada, pero siempre había participado en las actividades de la falla Ramón y Cajal, de donde le viene su relación fallera. Tal y como comenta en una entrevista al bolletí de información municipal, M. Aurora se enteró que iba a ser fallera mayor oficialmente el 16 de enero del mismo año, “aunque ya sabía algo”- comenta la joven, que añadía “nunca he sido fallera en cuánto lucir el traje de valenciana, pero he participado en ellas desde siempre, en la falla Ramón y Cajal y adyacentes. Sabía que en algún momento tendría que ser fallera mayor o de la Corte. Era para mí una gran ilusión.”[13]
El Torrente, boletín de información es feia ressò del nomenament d’Aurora de la següent manera:
Previa la propuesta de la Junta Local Fallera, La Comisión Permanente Municipal ha otorgado la distinción de Fallera Mayor de todas las Fallas de Torrente para 1973, a la Señorita María – Aurora Martínez Sanó. La noticia la damos como primicia ya que este nombramiento se ha producido en el mismo momento de cerrar esta nuestra edición y, gustosos, le hemos cedido espacio a esta joven y bella torrentina que, con sus diecisiete años, presidirá todos los actos más importantes en las próximas fiestas josefinas. Acertada consideramos esta elección ya que en la Srta. María-Aurora, se unen cualidades muy esenciales para ser una excelente Fallera Mayor; su belleza indiscutible y una importante dosis de simpatía Con esto y con la ilusión que siente por nuestras fiestas falleras, sabemos que ha de continuar creciendo en entusiasmo el éxito de nuestras jóvenes que representan lo mejor de las fiestas. La alegría serena de la juventud que nuestra Fallera Mayor lleva como un distintivo en su cara morena, en su boca hecha a la sonrisa, en su abundante pelo, en sus ojos grandes que se exhiben como faros luminosos abiertos a una esperanza ilimitada de felicidad. Desde estas columnas deseamos a la joven Aurora y la familia Martínez Simó, extrema felicidad en todo el curso de las próximas fiestas de San José.[14]
En la proclamación de María Aurora Martínez va intervendré la Agrupación Folclórica Valenciana e hizo de mantenedor el doctor en Derecho, Felipe Llopis Planell. Tal y como recogió la prensa del momento y como salió publicado a la crónica del Granerer del año siguiente, la proclamación fue el 9 de marzo.
En la noche del día 9 de marzo, y en el cine Montecarlo, tuvo lugar lo solemne acto de proclamación de la Fallera Mayor, señorita María Aurora Martínez Simó. Cono la sala llena de selecto público, en sitio preferente las autoridades locales cono alcaldes de los pueblos vecinos, y lo escenario engalanado de flor natural, se inició lo acto ocupando lo sitial de honor la Fallera Mayor saliente, señorita Purín Mora Alandi, que fue acompañada del teniente de alcalde y presidente de la Junta Local Fallera, don Vicente Miguel Ferrandis.
Don Jaime Santonja fue llamando a las doce señoritas de la Corte de Honor, que fueron ocupando sitio preferente en el escenario, tras de serles entregados ramos de flor y la banda honorífica que se las impuso. Siguió la lectura del acuerdo de la Corporación Municipal, nombrando Fallera Mayor a María Aurora Martínez Simó, quien, del brazo del señor alcalde, don Vicente Beguer Esteve, subió al trueno medio del afecto y aplauso del público, tras efectuar el relevo de ritual y el cambio de regalos entre la entrame y saliente; regalos que se hicieron extensibles a todas las señoritas de la Corte, como obsequio de la Fallera Mayor. El señor alcalde impuso la torre de plata a la señorita María Aurora y al ilustre mantenedor, y acto seguido Aurelio Torrijos pronunció unos versos dedicados a Torrente en fallas, siendo muy aplaudido. Don Vicente Beguer, tras de unas palabras de salutación y de introducción al solemne acto, hizo la presentación del mantenedor de la fiesta, don Felipe Llopis Planell, el cual inició su discurso cono una alusión a la Fallera Mayor y a su Corte en que intercaló las frases poéticas miedo la presencia en las fiestas de la mujer valenciana, y terminó cono uno saludo y una exaltación de las torrentinas y del atavío del precioso traje regional. Se refirió luego a la generosidad de Torrente, que se distinguió siem-pre miedo su tenaz escuerzo y laboriosidad puesto de manifiesto lo campo y en la industria. Hizo un breve repaso histórico a la genialidad fallera, a la agudeza de la crítica y sátira de las fallas, que su —dijo— como un inmenso escaparate al mundo que tiene la grande virtud de ejercer la crítica de todo en forma jocosa, para, después, convertirla en cenizas, para volver a empezar cono nuevos temas. El señor Llopis Planell fue muy aplaudido en los distintos momentos de su inspirada disertación, que, sintetizando, se puede afirmar que fue como un piropo a las mujeres y un cordial y encendido elogio a Torrente, que brindó como fiel enamorado de la ciudad y sus fiestas falleras [15]
Como curiosidad podemos decir que en las primeras “proclamaciones” o exaltaciones el trueno de la fallera mayor era alquilado y en 1973 y en adelante se utilizaba el de la falla de La Plaza: una butaca al estilo clásico, con el asiento cubierto de cuero rojo, al que lo tallista le añadió una talla al final con la torre de Torrent, símbolo presente al escudo de la falla y elemento icónico por excelencia de la ciudad. Además se añadieron los embellecedores de los reposa brazos y patas. Así lo podemos contrastar con las fotos de la exaltación de 1973, donde María Aurora Martínez Simó se sentó en él; y el 1974, Mª Asunción Cubes Segura; incluso se gastó en la presentación de la reina de las fiestas de 1975, Amparo Femenia Gil. Pep Roig, fallero de la Plaza y presidente en esos momentos de la Junta Local echó mano de este emblema.
Ese año también se celebró la a ronda de Coches del Antigor:
El domingo día 11 de marzo, sobre las 10’30 de la mañana, llegaron los componentes de la «III Ronda Fallera amb cotxes de l’antigor». La componían una caravana de unos treinta coches antiguos, antiquísimos, que entraron en Torrente por la carretera de Albal, escoltados por moto-ristas de tráfico de la Policía Municipal de Valencia, a la que se unieron, en Torrente, los del Ayuntamiento de la ciudad. Al llegar la caravana frente al Ayuntamiento descendieron de sus coches todos los expedicionarios, entre los que destacaban la Fallera Mayor de Valencia, señorita Encarna Folgado, con toda su Corte de Honor, y el presidente de la Junta Central, don Francisco Alarcó. Al descender de los coches fueron cumplimentados por el señor alcalde de la ciudad, don Vicente Beguer Esteve, miembros de la Corporación y de la Junta Local, que invitaron a la comitiva a descansar unos instantes en los salones de la Alcaldía, en donde la primera autoridad local pronunció unas palabras de bienvenida a los componentes de esta III Ronda de los coches antiguos, que viene constituyendo como un mensaje de acerca-miento de todos los pueblos falleros. Seguidamente don Vicente Beguer impuso a la Fallera Mayor de Va-lencia la «torre de plata», y por los tenientes de alcalde don Vicente Miguel Ferrandis y don Pascual Alejos Piles, y con el concejal delegado de festejos, señor Roig Alegre, se impusieron las torres de cobre con «buñol» a las distintas señoritas de la Corte de Honor de la Fallera Mayor de Valencia.
Luego, a la salida de la caravana, las falleras de Torrente obsequiaron a la III Ronda con una selección de productos de chocolate y escobas de juguete, que son la genuina representación de la industria y artesanía local por ser las pioneras. Sobre las once de la mañana, los expedicionarios continuaron su ronda fallera, siendo despedidos por las autoridades falleras y público con grandes muestras de simpatía.
I de la setmana de falles, podem destacar la cavalcada, presidida per la fallera major:
de los festejos de mayor ambiente popular es el que tuvo lugar en la noche del día 12, la Cabalgata del Ninot, que cada año va tomando mayor incremento en esta ciudad. Las doce comisiones desfilaron, exponiendo sus críticas con los ninots y comparsas alusivos a los motivos de cada una de las fallas. El orden del desfile, que se inició a las 8’30 de la noche para terminar a las 11, fue el siguiente: Abría la marcha la falla de Padre Méndez, con el lema de «La guerra totalitaria», y le seguía la barriada de La Cochera, con «La temperatura»; plaza de San Roque, «Falta de vigilancia»; Santos Patronos, sobre los concursos de la tele; Ramón y Cajal, en «Clases de peixca»; calle de Toledo, «Per culpa de la pompa»; calle de Sedaví, «Tot lo que pucha»; Poble-Nou, «La dona, eixe dimoni»; avenida de los Mártires, «Les maneres de lligar»; Falangista Pardo, «Cuernos de moltes clases»; Angel del Alcázar, «Fraseología futbolera», cerrando la plaza del Caudillo, con «Les quinieles», y tras de las doce fallas, la Fallera Mayor, señorita María Aurora Martínez Simó, presidió en artística carroza, con toda su Corte de Honor. Las músicas, el jolgorio y el enorme gentío estuvieron presentes en todo el recorrido de la cabalgata, y frente al Ayuntamiento, en un gran tablado, las autoridades y Junta Local Fallera presenciaron este magno desfile. Tras de la Cabalgata del Ninot, el día 13, a las 11 de la noche, tuvo lugar, en el Hotel Lido, de El Vedat, una extraordinaria fiesta con baile de gala en honor de la Fallera Mayor y su Corte de Honor, con la desta-cada asistencia de las autoridades y comisiones falleras.
El 1974 va ser nomenada fallera major Asunción Cubes Segura, de la falla de La Plaça.
En 1975 una joven Amparo Femenia, de la falla calle Toledo se convertía en la primera fallera mayor de esta comisión. Amparo estuvo acompañada de una Corte de Honor formada por 14 jóvenes de la ciudad. El día de su proclamación Amparo lució una seda valenciana, fue una noche de viernes, 7 de marzo al cine Montecarlo. El mantenedor fue Miquel Sorribes y Santarraría, quien deleitó al público con una pieza de fondo contenido además de brillante oratoria. Hizo un canto de las costumbres torrentines y las protagonistas[16].
La semana fallera va transocrrer en total normalidad, tal como dice Beguer:
El domingo, día 16, se cuando se dú la imagen de la nuestra querida «Xeperudeta» -por la Falla de la Cochera- acompañada por toles las otras Comisiones y presidida por la Fallera Mayor y su Coi, de Honor, desde la Iglesia d. «Buen Consejo» al Arciprestal de la Asunción, que como siempre fue un acto emotivo. Si bien, cuando el estallido se más luminoso y de verdadero afecto se cuando las catorce fallas (incluimos la del próximo pueblo de Picanya), ofrecen ruegos y flora a nuestra Patrona. Este acto tuvo efecto lo di a 17 de mar, y puede decirse que fueran incontables los ramos, las cestas, así como las alegorías sobre nuestra tierra y ciudad las que falleras, falleretes, fallerets y falleros depositaron a los pies de nuestra Virgen Santa Maria de Folla y Desamparados.
La Misa en Sant Josep, y la Operación «kilo». Nunca deberán de olvidarse los falleros de Sant Josep, y perxó cada año le celebran la Misa, con la concurrencia de todos ellos, presididos por las Autoridades locales, Fallera Mayor, Cort de Honor y Junta Central de Fallas. Finaliza dicho acto religioso, todas y cada una de las comisiones dan remado al que se ha constituit en la «Operación kilo», que consiste al llevar a lo Asilo de Santa Elena, de nuestra ciudad, obsequia tales como comidas, dolcets y tabaco por qua qu’los vellets -allí alojados- celebran también lo di a del Santo que fue Padre de Dios.[17]
Al Granerer de ese año le dedicaron la siguiente poesía:
El domingo, día 16, se cuando se dú la imagen de la nuestra querida «Xeperudeta» -por la Falla de la Cochera- acompañada por toles las otras Comisiones y presidida por la Fallera Mayor y su Coi, de Honor, desde la Iglesia d. «Buen Consejo» al Arciprestal de la Asunción, que como siempre fue un acto emotivo. Si bien, cuando el estallido se más luminoso y de verdadero afecto se cuando las catorce fallas (incluimos la del próximo pueblo de Picanya), ofrecen ruegos y flora a nuestra Patrona. Este acto tuvo efecto lo di a 17 de mar, y puede decirse que fueran incontables los ramos, las cestas, así como las alegorías sobre nuestra tierra y ciudad las que falleras, falleretes, fallerets y falleros depositaron a los pies de nuestra Virgen Santa Maria de Folla y Desamparados.
La Misa en Sant Josep, y la Operación «kilo». Nunca deberán de olvidarse los falleros de Sant Josep, y perxó cada año le celebran la Misa, con la concurrencia de todos ellos, presididos por las Autoridades locales, Fallera Mayor, Cort de Honor y Junta Central de Fallas. Finaliza dicho acto religioso, todas y cada una de las comisiones dan remado al que se ha constituit en la «Operación kilo», que consiste al llevar a lo Asilo de Santa Elena, de nuestra ciudad, obsequia tales como comidas, dolcets y tabaco por qua qu’los vellets -allí alojados- celebran también lo di a del Santo que fue Padre de Dios[17]
Al Granerer de ese año le dedicaron la siguiente poesía:
Com un hort sempre fragant
i un esclat primaverenc
roses y clavells pregonen
la festivitat fallera
color i llum excel·lents.
Empar Femenia Gil
te condicions de Regina:
coronen, la Cort d’Honor
pomell de roser collit
d’aquest jardí qu’es Torrent.
La primera fallera de Torrent al pronunciar el Llamamiento fue Rosa Ros Mora (que había sido la primera fallera mayor infantil de la Plaza en su segunda época, en 1968, junto con Elvira Iborra). La intención de la nueva Junta Local fallera, surgida con el cambio de alcaldía, aparece reflejada en el programa de fiestas, muy importante en en cuanto a la creación de nuevos concursos que configuran la actual fiesta a Torrent. El Llamamiento se ubicó en el Ayuntamiento en la noche del 8 de marzo. Se inauguró la primera Exposición del Muñeco, en una sala de la Torre, restaurada recientemente en aquel tiempo y a su vez la Junta Local inauguró su primero estandart:
“El 29 de febrero la iglesia parroquial de la Asunción de Ntra. Señora celebrará la bendición del estandarte, ante una misa comunitaria, cono la asistencia de la fallera mayor, su corte de honor y primeras autoridades, junta local y presidentas y falleras mayores de las 15 fallas de la ciudad, siendo los padrinos don Vicente Soria Planells, alcalde la población y su distinguida señora doña Concepción Fernández Roig, después del solemne y brillantes acto habrá un vino español.”[18]
El Ayuntamiento de aquel momento, situado en la plaza mayor (actual casa de la Cultura), fue el escenario para proclamar a los torrentins la llegada de las fallas. La primera al pronunciar el grito de fiesta fue Rosa Maria Ros Mora[19], una joven de 17 años que ostentaba el honor de ser la fallera Mayor de Torrent de 1976, en un acto que aparecía recogido en el programa de actas como “Llamamiento de la semana fallera”. Cómo vemos no pronunció su discurso a solas, sino que lo acompañaron el alcalde de Torrent, Vicente Soria, (el que se convirtió ya en tradición, al igual que en el jefe y casal), pero además también pronunció unas palabras el presidente de la Junta Local, José Roig Alegre (el parlamento del cargo de JLF desapareció del protocolo del acto conforme pasan los años). Rosa Ros, en primera persona comentaba que:
“Al ser el primer Llamamiento no teníamos referencias previas a Torrent. Recuerdo que me escribieron unas palabras para tener un texto de espaldarazo y saber qué era el estilo que tenía que tener una parlamento de esas características. Pensé que como era la primera vez no quedaría mal, porque no se podría comparar con ningún discurso anterior. Aun así, ensayé muchísimas horas ante un espejo. Todavía me sé de memoria el discurso…Fue un año muy importante, con mucha expectación recuerdo a muchísimos falleros bajo del balcón.”[20]
El discurso que pronunció Rosa todavía el conserva, un documento mecanografiado y con las correcciones hechas a boli de una joven de su edad, un texto muy trabajado a golpe de ensayo, que transcribimos a continuación:
Torrentins!
Me cab la satisfacción y el orgullo de ser yo la primera Fallera Mayor que os hace desde aquí, desde este balcón de nuestra casa Ayuntamiento, este acto para mí, pleno de entusiasmo y de alma torrentina del llamamiento fallero. Esto quiere decir, que de todo mi corazón os invito a que ya, desde ahora mismo, llenéis las calles y plazas del nuestro querido Torrent en multitud alegre y risueña que, olvidando por unos días amarguras, penas y trabajos de toda clase, para tan solo disfrutar, apurándolas además no poder, estas fiestas de las fallas de Sant Josep.
Yo os pido que sapigau hacer, de entre el humo de tracas y tronadores, los alegres sonidos de las músicas, los desfiles de vuestras comisiones y, por encima de todo, el regusto de golosina celestial de los dorados buñuelos, el aixarop que, junto a las últimas chispas de nuestras fallas quemadas, hagan el engendramiento del nuevo gusanillo fallero que nos dé las próximas fallas del año que viene.
Torrentins! Viva València! Viva Torrent!
Vivan las fallas de Sant Josep!”
Rosa todavía recuerda emocionada esa noche: “Son actas tan importantes que pasaron muy deprisa”-y concluye que al- “Salir al balcón hemos impresionó muy tanta gente vestida de regional, todos con su estandart y sobre la barandilla del balcón estaba mi mantón de Manila que me había regalado Junta Local.”[21] Con estos nuevos aires llegó esta primera celebración del Llamamiento, así lo recoge el Torrente Boletín de Información de abril de ese año:
“El día ocho de marzo a las nueve de la noche, tuvo lugar, por primera vez en la Ciudad, el acto de la “crida”, en la que tomaron parte, en una llamada al vecindario y a los visitantes, que fue como una invitación pronunciada por la fallera mayor, el presidente de la Junta Local y el alcalde de la Ciudad.”[22]
Por su parte, Aurelio Torrijos en Las Provincias hizo la siguiente crónica:
“Se ha celebrado por primera vez en nuestra población el acto de la crida, la cual a tenor de lo ocurrido ha tenido un éxito sin precedentes. La plaza del Cauillo y adyacente se hallaba repleta de numerosos público. Frente al Ayuntamiento las 15 fallas de la ciudad con sus correspondientes estandartes, y la casi totalidad de sus componentes ataviados con sus trajes. En el balcón del Ayuntamiento, el estandarte de la Junta Local, miembros de la misma, la fallera mayor con su corte de honor y nuestras primeras autoridades.
Abrió el emotivo acto el presidente de la Junta Local, d. José Roig Alegre, dando paso a nuestra fallera mayor, señorita Rosa Maria Ros Mora, siendo después el alcalde don Vicente Soria Planells, quien cerró las alocuciones, palabras llenas de elogio y grandeza de los tres oradores, haciendo vibrar la público de emoción, los aplausos fueron unánimes, con vítores hacia su fallera mayor. El alcalde hizo entrega a nuestra reina de las llaves de la ciudad, tras su brillante intervención, finalizando el acto con los himnos regional y nacional.”[23]
Y se que la primera crida también fue el primer acto donde se entregaron las claves de la ciudad. Rosa todavía conserva como un tesoro una clave muy grande en bronce, dorada, y también muy trabajada donde se puede leer: Clave de la Ciudad y por la otra cara el año: 1976.
El año 1977 una joven Emilia Esteve fue nombrada fallera mayor. Ella fue la primera fallera mayor de la ciudad que había sido el año anterior fallera mayor de su comisión, la Avenida, tal como cuenta en El Granerer:
A propuesta de la Junta Local Fallera de Torrente, previa su aclamación unánime, ha sido aprobado miedo lo Ayuntamiento lo nombramiento de Fallera Mayor y Reina de las Fiestas Patronales para el ejercicio 1977-78; a favor de la gentil señorita Emilia Esteve Canet.[24]
En una entrevista realizada en nuestra revista oficial, Emi hablaba de su trayectoria:
-He vivido algunos años fuera de España y lejos de Valencia; nos obstante, aunque sólo conocía las fallas por revistas que rernitían mis familiares, siempre anhelé estar en mi pueblo durante esos días; en mis sueños de niña caminaba vestida de fallerita entre miles de falleras como yo; cuando conocí el ambiente fallero supe que todo ello formaba parte de mí… Desde luego, nunca imaginé que un día podría ostentar este título: «Fallera Mayor de Torrente». Soy ya fallera cinco años y por mí lo sería toda la vida; la mayoría de mis familiares son falleros… A mi novio le conocí en la Falla Avenida Mártires, a la que pertenezco y de la cual he sido Fallera Mayor en el pasado ejercicio. Vivo todo el año la gran ilusión de unos días que se tos hacen siempre muy cortos… Veo el incansable trabajo y sacrificio del pueblo fallero para conseguir, con la »plantá», ver realizado su sueño, fruto del esfuerzo y espíritu de todo valenciano. Sobre cenizas aún calientes, y entre sollozos, se renueva el empezar nuevamente intensificando nuestra ilusión de ser falleros, y veo también la paciencia y sacrificio de esas mujeres, esposas y novias de falleros, prestando su ayuda desde sus hogares… Si tuviese que resumir lo que siento, lo haría en unas palabras: para mí, ser fallera es… ser valenciana.
– ¿Encuentras alguna cosa que añadirías a la fiesta?.-Si estuviera en mis manos, añadiría más días a las fiestas; se rne hacen cortísirnos, y llegado el día de San José no puedo pensar que ya están terminando, que pronto lo que tanto costó de realizar se va a destruir, a escapársenos en humo, que-dando algunas cenizas sobre las calles… También quisiera que todo el pueblo torrentino participara más íntimamente en todos los actos; dio daría mayor relieve y brillan-tez a las fallas. En el acto de la «CRIDA» invitaré a todos los torrentinos y visitantes de nuestra ciudad a que me acompañen durante estos días en mi reinado; hoy, desde mi casa, adelanto esta invitación.
– ¿Qué suprimirías de la fiesta?
Los pequeños disgustos que ocasionan algunos; disgustos porque todo el mundo no nos entiende y dificultan nuestra labor; hay veces que te desesperas al ver que nadie te ayuda…; mas luego pasa todo porque son mayores las alegrías al ver que, pese a todo, has triunfado. Y no creo ya que, sobre nada, porque el mal tiempo y la lluvia sólo Dios lo puede eliminar.
– ¿Y a tu vida, qué cauce piensas darle?
-Me ilusiona el estudio; actualmente curso segundo de Farmacia en la Universidad de Valencia; alterno éstos con las clases en el Club de Idiomas de Torrente como profesora, intentando compaginar ambas actividades en lo posible, aunque a veces no resulte ello muy fácil. Para el futuro no he programado nada. Eso sí, pienso terminar mis estudios y casarme; lo demás… ya lo dirá el tiempo. De momento pienso disfrutar de todo cuanto pueda y corresponder lo mejor posible al pueblo de Torrente. Mi gratitud para todos, y mis deseos de que sean tan felices como lo soy ahora con este nombramiento.[25]
En 1977 será el último de Jose Roig como presidente de JLF, porque enfermó gravemente y después de fallas faltó. En ese año la falla Nicolàs Andreu y alrededores vio la luz, junto con la falla Saragosa y la falla Xenillet, junto con «El Canto de la Almohadilla» y los primeros Juegos FIorals de Torrent, que se integraban en unas fallas ya completamente institucionalizadas. Junta Local daba cada año un paso más en su crecimiento, empujada por la época de cambios que estaban a punto de llegar. Por su parte el grito de comienzo de fiestas tuvo Iloc el sábado día 5 de marzo, a las 21 horas, también desde el balcón del Ayuntamiento “con asistencia de todas las fallas de Torrent, la Fallera Mayor, Cort de Honor autoridades y Junta Local Fallera..[26]”
La afortunada contaba en una entrevista previa que en el acto de “El Llamamiento invitaré a todos los torrentins y visitantes de nuestra ciudad a que me acompañan durante estos días en mi reinado, hoy desde mi casa, avanzo esa invitación[27]”
Y así fué. Al hablar con Emi recuerda la crida como si fuera ayer, sobre todo, porque fue una noche:.
“De molt de fred, però molt emocionant, encara recorde la quantitat de gent que va estar present en l’acte, vestida de valencians, no com ara. A l’actualitat tire en falta eixe compromís del faller de vestir-se amb les gales valencianes. Recorde perfectament eixir al balcó de l’Ajuntament i vore tots els estandarts i al voltant de 20 o 30 fallers per comissió (en aquell moment eren 16 falles). El meu parlament va ser curt, un foli d’extensió, sense massa artificis, sinò una invitació a tots a acudir a la festa. Recorde el començament del parlament d’esta manera: “Torrentins, en estos moments gojossos de la Crida a la festa de San Josep en el que em cab l’orgull i satisfacció de ser jo qui us convide del del fons del meu cor…” Tot el text el vaig preparar jo a soles i va ser molt emotiu, igual que el moment de rebre les claus de la ciutat. La meua clau era un poc més gran que les que es fan ara, era de color bronze (ara són més daurades) i el vestit que lluïa era una gasulla verd i or, que va ser l’únic vestit que em vaig fer com a Fallera Major, perquè era el que s’estilava per aquell moment i degut també a que anàvem a molts pocs actes vestides de valenciana. Eixe any, quasi tot l’exercici em va acompanyar Arturo Boix, que era secretari, però va exercicir de vice president primer de facto, perquè Josep Roig va caure molt malalt. De fet la Crida començà amb unes paraules d’Arturo, després el meu parlament i el de l’alcalde per acabar. Va ser una nit de moltes emocions.”[28]
Como anécdota podemos decir que la Gasulla verde que lució Emi como fallera mayor fue arreglada 40 años después para el Llamamiento que pronunció su hija mayor, Noelia Maroto Esteve, fallera mayor de Torrent de 2011 y que estrenó ese día.
El año 1978, el cargo recae en M. Pilar Puig Ramos, de la falla Sants Patrones, también fue máxima representantes de esta comisión el año anterior. Ese año es recordado porque Torrent crea la figura de la fallera mayor infantil, y lo será ese primer año de vida la niña Maria José Fabià. Un año de muchos cambios. Después de la Transición española y con la Consituticó se produce un cambio de signo político, una transición a la Junta Local Fallera, promovido por el cambio en el Ayuntamiento, así nos lo hace consta SanFelix al Granerer
“En 1977 vist el canvi d’orientació política i regim de la nació espanyola, i també el estat dolent de salut del president Roig, fou anomenat per a este menester (president) Amador Yago Durá, confirmats en els càrrecs el secretari Boix, i el tinent d’alcalde Alejos, i en assemblea de presidents varen ser elegits quatre d’estos per a distribuir el càrrecs i escollir els representants de les Falles que havien de col·laborar en les tasques de Junta Local.”[29]
El consistorio continuaba presidido por el alcalde Vicente Soria, pero tal y como podemos imaginar esta formación de Junta Local respondía casi más bien a una gestora. Las barriadas del «Chenillet» y «calle de Zaragoza y alrededores» integraron dos nuevas comisiones. La falla valle de Carmen de Picanya continuaba su unión con nuestra ciudad.
Levante recoge el Llamamiento de ese año de la siguiente manera:
“ante las numerosas representaciones de las 18 fallas locales y gran afluencia de público que llenaba nuestra plaza, se celebró el acto en el que pronunciaron entusiastas alocuciones invitándolas al pueblo de Torrent, el alcalde la ciudad, señor Soria Planells, el secretario de la Junta Local, Boix Miquel, y fallera major, señorita Puig Ramos a quien le fue entregada la llave de la ciudad, terminando el acto con las notas del himno regional.”[30].
Cómo vemos en la noticia no se hace referencia a la Fallera Mayor Infantil de Torrent, Maria José Fabià Company, y se que las niñas no tuvieron réplica de la clave hasta muchos años después.
En 1979 la fallera major de la ciutat va ser Rosa Ascensión Bartual Portero, de la falla Sedaví, la primera d’esta comissió. El 2 de març d’eixe any va ser la seua proclamació al Montecarlo, junt amb la de la xiqueta M. Ángeles Velduque Climent, sent el mantenidor Vicente J. Ubeda Ubeda.
La Crida va caure un dissabte 3 de març, a les 20 de la vesprada. Com veiem, este és el primer any en el que manté l’hora tal i com a l’actualitat, encara que variarà segons l’any. S’elimina la figura del president de Junta Local Fallera i és l’alcalde, encara Vicente Soria, qui estrena el títol de “Presidente Nato”, com a màxim edil. Per la seua banda Arturo Boix estrena el càrrec de vice president 1r i Jose Perpiñà el de vice 2n.
Las fallas de 1980 serán las primeras del alcalde socialista Rafael Marín. Cómo hemos visto, en 1979 se celebran las primeras elecciones democráticas y las fallas siguientes Marin ya aparece como Presidente Nato de Junta Local, mientras que el vicepresidente primero fue Francisco Climent. En 1980 todas las miradas se centraban en la figura de la Fallera Mayor, una mujer que por primera vez en la historia había sido elegida por votación popular. Hablamos de la fallera democrática y de la Fallera Mayor de Torrent de 1980 era: Mª Carmen Hidalgo y Pavón. La máxima representante va pronucniar el suyo discrus desde el balcón del Ayuntamiento el sábado 1 de marzo. El acto iba ganando solera al si de las comisiones que ya lo consideraban como un día de fiesta llena, cosa que acontecería a los 90 una fiesta del exceso. Tal y como leer al libreto de Santo Roc de ese año: “A este acto, como es tradicional, asistirem con ropa de gala, y acompañados de nuestra banda de cornetas y tambores, y pirotécnicos que harán pulso veinte o treinta mil masclets (se trata de pasar desapercibidos)”” [31] Este será el último año en el que el Llamamiento se celebre en el blacó del antiguo Ayuntamiento. La Casa del pueblo se recuperaría como escenario para el acto pero años después y en otro escenario
Las fallas de 1981 empiezan con cambios y antes de tiempo, como simple curiosidad podemos decir que el Llamamiento se celebró después de que tingeuren lugar el canto de la almohadilla (domingo, 1 de marzo) y la proclamación de las falleras mayores (viernes, 6 de marzo), con la agenda así de prieta al día siguiente se dio cita en el mundo fallero para celebrar el pistoletazo de salida. El sábado 7 de marzo de 1981 Amparo Ortí González, Fallera Mayor de Torrent, pronunció su parlamento de “el Llamamiento de la gran semana fallera” desde el balcón de Junta Local Fallera (recordamos que también fue elegida por votación popular, junto con Joana Sanchis, FMIT). Este cambio de ubicación viene motivado por la importancia que venía logrando la Junta Local. Con el tiempo y su consolidación definitiva, Junta Local estrenó su primera oficina en el antiguo Ayuntamiento, tal y como nos cuenta Arturo Boix: “Junta Local disponía de un local en el alctual Casa de la Cultura Junta Local, concretamente en el primer piso, donde ahora está el salón de actos. Esa fue la primera sede de la Junta Local Fallera de esta segunda época”- Boix afirma que de allí el Llamamiento pasó en la calle Ramón y Cajal, 7 donde años después instauró su segunda ubicación: “Junta Local Fallera disponía de un despacho donde feiem las reuniones en la primera planta del edificio municipal, junto al despacho del alcalde.” Esta ubicación pronto cambió para celebrarse en el marco histórico reivindicado y que a día de hoy se conserva -después otras ubicaciones. El año siguiente las fallas de la ciudad reciben la fiesta fallera a la puerta de Torrent.
Cómo hemos visto, las primeras falleras fueron elegidas por la Junta del momento, pero con la llegada de la democracia Torrent eligió por votación popular las máximas representantes. La primera fallera mayor democrática fue del año 1980 y recayó en M. Carmen Hidalgo y Pavón y la segunda fue el año siguiente Amparo Ortí y Gonzalez. Al 1983 se creó la joya que las identifica como máximas representantes y la elección de las máximas representantes pasó a un sistema de jurado que han ido variante con el paso del tiempo.
El año 1997 la Junta Local Fallera del momento celebró el acto del 25.º cumpleaños de esta figura pero, por desconocimiento, olvidaron las falleras mayores de 1971 y 1972. Este error era debido a que el primero Lo Granerer fecha de 1973, de tal manera que empezaron a contar a partir de esta fecha, dejándose al olvido a las dos primeras: M. Carmen Fernández Cubes y Purín Mora Alandi. Ese año se hizo una muestra de trajes de falleras mayores, bandas y cuadros. El año siguiente, el 1998 una sesión plenaria repararía el error y se hizo un acto de celebración en un restaurante donde se entregaron a todas las representantes la joya que las acredita como las máximas representantes de las fallas de cada año.
Al 2010 la Junta Local Fallera celebró el acto del 40.º cumpleaños de esta figura como primer paso para asentar las bases históricas de la fiesta y empezar el proceso de redactar el expediente para que las fallas fueron declaradas Fiestas de Interés Turístico Autonómico, cosa que el Consejo aprobó definitivamente al 2015. Así pues, el Auditorio de Torrent abrió las puertas el 15 de enero de 2010 para celebrar una gala a la cual asistieron la mayoría de las protagonistas: proyecciones históricas, videos il•lustratius del nacimiento de la fallas a Torrent y fotografías de todos los tiempos fueron el hilo conductor de más de 100 años traducidos en documentos que sirvieron para mostrar la evolución de la fiesta desde 1900 (año en que se plantó la primera falla documentada) hasta el día de hoy. Cronológicamente, desfilaron las protagonistas, por décadas, a la vegada que se contextualizada histórica y localmente, acompañadas por el hilo musical de cada etapa. Las protagonistas recibieron una reproducción de las claves de la ciudad y una copia del pasodoble Fallera Mayor, estrenado durante ese ejercicio, obra del compositor de La Unión Musical, Francisco Andreu Comos.
El pasodoble era otra asignatura pendiente, puesto que la máxima autoridad fallera de la capital de l’Horta Sur necesitaba de un disparo musical diferenciador que marcara su llegada. La fallera mayor de 2010, Cristina Garcia Anchel, fue la primera afortunada al estrenar este pasodoble. La sede de la Unión Musical de Torrent (UMT) acogió la noche del 24 de septiembre de 2009 el estreno del pasodoble. Manuel Enguídanos fue el encargado de dirigir a la formación musical torrentina, la cual hizo un repaso a la música tradicional valenciana, con varias marchas moras, así como la suite sinfónica Impresiones fiesteras, de B. Adam Ferrero, y la popular El canto del valenciano de Pedro Sosa. Cuando llegó el gran momento, Enguídanos cedió la batuta al compositor torrentí, Francisco Andreu Comos, en el momento de interpretar el pasodoble dedicado a la máxima representante del mundo fallero torrentí. Al finalizar el concierto de la Banda Sinfónica de la UMT, la alcaldesa de Torrent, M. José Català, hizo entrega al compositor torrentí de una placa conmemorativa en reconocimiento a su aportación al patrimonio cultural y también entregó otra al presidente de la UMT. Desde ese año, la composición suena en cada acto oficial en el que hace aparición la fallera mayor de la ciudad, compases para darlas la bienvenida durante el resto de años y que se los queda grabado a fuego cada vez que lo vuelven a sentir, pasan los años que pasan.
Unos meses después, las falleras mayores infantiles también tendrían este honor. A petición del Ayuntamiento, el Círculo Católico se encargó de crear el pasodoble infantil. El compositor José Martínez creó esta obra estrenada por la banda del Círculo, junto con el director, Carlos Piles. La sede del Círculo Católico de Torrent acogió la tarde del 11 de marzo el estreno de este pasodoble, que presenció la fallera mayor infantil de la ciudad, Maria Fernàndez Chust. La interpretación de este estreno fue muy emotiva y con un público reducido por motivos de espacio. La pieza se caracteriza porque tiene mucha fuerza y por la gran presencia de los instrumentos de madera. Al finalizar el concierto de la Banda del Círculo Católico, el director entregó las partituras a la máxima edil y a este de una placa conmemorativa en reconocimiento a su aportación.
Han pasado cinco décadas, pero la il•lusió de todas ellas es la misma. Hemos dejado para el final el recuerdo de Amparín Miquel y Marín, la primera fallera mayor que ha tenido una comisión de Torrent. Ella fue fallera mayor en 1944 y, por lo tanto, la máxima representante de la fiesta fallera del momento puesto que su falla, Plaza del Caudillo, era la única comisión fallera que había en la ciudad. Amparín nos dejó 30 de agosto de 2017: pionera no solo en el mundo de las fallas, sino en el Torrent que vivió, al ser mujer independiente, con estudios y trabajadora en una época donde estaba mal viste que las mujeres trabajaron fuera de casa. Todo un ejemplo de mujer torrentina que metió el primer paso en la representación de la mujer con la ilusión y la esperanza de no perder nuestras raíces.
De todas las jóvenes que han ostentado el cargo de fallera mayor hay una que se recordará para ser la fallera mayor que estiró su reinado durante dos ejercicios falleros. Hablamos de Alicia Pallardó Benavent, fallera mayor de Torrent de 2020, que continuó en el cargo hasta las fallas de 2021, a causa de la cancelación de la fiesta por la pandemia provocada por la covid-19.
Así pues, el 12 de mayo de 2020 se ratificó la cancelación de la fiesta en el pleno del OAM de la JLFT donde también se aprobó el cierre de ejercicio económico del ejercicio fallero de 2019-2020, la continuación de los representantes de las 29 fallas para el ejercicio 2020-21(independientemente de la edad de si algún niño o niña pasa a mayores), así como la continuidad de las falleras mayores de Torrent y Corts de Honor. Con esta decisión de consenso Alicia Pallardó Benavent i Sandra Peris Embuena serían las únicas jóvenes de la historia al repetir en el cargo, al igual que sus compañeras de la Corte de Honor.
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Falleras mayores de Torrent
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Año
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Falla
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Mª Carmen Fernández Cubes
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1971
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Avinguda
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Purín Mora Alandi
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1972
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La Plaça
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Mª Aurora Martínez Simó
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1973
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Ramon y Cajal
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Mª Asunción Cubes Segura
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1974
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La Plaça
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Amparo Femenia Gil
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1975
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C. Toledo
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Rosa María Ros Mora
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1976
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La Plaça
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Emilia Esteve Canet
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1977
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Avinguda
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Mª Pilar Puig Ramos
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1978
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Sants Patrons
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Rosa Ascensión Bartual Portero
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1979
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Sedaví
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Mª Carmen Hidalgo Pavón
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1980
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Àngel de l’Alcasser
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Amparo Ortí González
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1981
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Àngel de l’Alcasser
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Marisa Parrilla Jiménez
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1982
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Sants Patrons
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|
Mª José Aracil Furió
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1983
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Avinguda
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Gemma Peris Pérez
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1984
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Ramón y Cajal
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|
Mª José Martin García
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1985
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Camí Reial
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Toñi Muñoz García
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1986
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Àngel de l’Alcasser
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Mª Carmen Gómez Pedrós
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1987
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Santa Llúcia
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Mª Carmen Royo García
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1988
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Avinguda
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Mª Carmen Esteve García
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1989
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Cotxera
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Mª Del Mar Cruz López
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1990
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Nicolau Andreu
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Aurora Piles Mestre
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1991
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Ramón y Cajal
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María Cortes Cervera
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1992
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Sants Patrons
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|
Magdalena Puig López
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1993
|
Ramón y Cajal
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|
Celia Fernández Martínez
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1994
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La Plaça
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Raquel Royo Navarro
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1995
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Avinguda
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Lorena Andreu Guillen
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1996
|
La Plaça
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|
Ana Royo García
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1997
|
Avinguda
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Nélida Carratalá Montoro
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1998
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Ramón y Cajal
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Mª Teresa Soto Soriano
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1999
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Xenillet
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Mila Olivares Aracil
|
2000
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Avinguda
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Vicky López Navarro
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2001
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Lope de Rueda
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Mª Rosa Almerich Llópez
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2002
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Avinguda
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Silvia Poveda Prieto
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2003
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Sant Gregori
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Laura Úbeda Martínez
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2004
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La Plaça
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Isabel Amador Belda
|
2005
|
Lope de Rueda
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Marian Garrigues Inarejos
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2006
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Àngel de l’Alcasser
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Patricia Sáez Orea
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2007
|
Pare Méndez
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Susana Martínez Layos
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2008
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Àngel de l’Alcasser
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Sandra Fas Mompó
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2009
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Avinguda
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Cristina García Anchel
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2010
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Sant Roc
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Noelia Maroto Esteve
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2011
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Avinguda
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Inma García Barat
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2012
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Ramón y Cajal
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Rebeca Piles Andrés
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2013
|
Sants Patrons
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|
Bea Fernández Olivares
|
2014
|
Sant Gregori
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Esther Beguer Montoro
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2015
|
C. Benemèrita
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Noelia Peinado Arce
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2016
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Nicolau Andreu
|
|
Carmen Sirvent Garrigues
|
2017
|
Avinguda
|
|
María Jesús Rincón Prieto
|
2018
|
Saragossa Parc Central
|
|
Carmen Raga Ortí
|
2019
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C. Toledo
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Alicia Pallardó Benavent
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2020-21
|
Avinguda
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